Saludos extratemporales

Al fin consigo restablecer la comunicación. Tengo muchas cosas que contarte y poca paciencia para organizarlas y hacerlo con sapiencia. No sé cuánto tiempo durará este viaje, pero mientras dure intentaré contarte las cosas que descubro y las neurosis por las que cabalgo mientras lo hago. No dejes que mis caídas a caballo te perjudiquen, y no hagas caso siempre que te diga que caigo. No te fíes de las apariencias. No te fíes de mí.

lunes, 12 de abril de 2010

Leerte ha tranquilizado mi mente. Y si es que tengo, mi alma. Empezaba a preocuparme, ahora respiro más relajada. En París todo sigue siendo caótico. He puesto en vigilancia al ingeniero amigo del Doctor Fonda. Sé que trama algo, lo descubriré tarde o temprano. Mi estancia aquí se está prologando más de lo que deseaba. Quiero viajar a Londres a comprobar con mis propios ojos si lo que me cuentan es real. Necesito la fidelidad de un leal amigo a quien poder confiar los asuntos que tengo pendientes en la ciudad. ¡Sería maravilloso que estuvierais conmigo!
En el paquete que te envío encontrarás algunas cosas de utilidad. Prepara todo con prudencia, y cuidado de no excederte en las cantidades o podría ser peligroso. Espero que sirva de alivio y aminore su sufrimiento. ¡Os echo tanto de menos! Los días se hacen largos. La angustia de que no haya una solución me atormenta. En cada segundo me persigue. Pero tenemos que ser fuertes. Cuando todo termine los tres volveremos a estar juntos. Nadie nos molestará.
El Viernes volveré a reunirme con el Doctor Fonda, pero esta vez a solas. Sé que gusta ir a la barbería los miércoles por la tarde, y nadie le acompaña. Es mi oportunidad de descubrir la realidad camuflada que hay bajo esa apariencia de niño juguetón. Aveces descubro que tengo miedo. No deseo atormentarte con mi temor. Seré fuerte por las dos.
Un abrazo. Violeta.