Leerte ha tranquilizado mi mente. Y si es que tengo, mi alma. Empezaba a preocuparme, ahora respiro más relajada. En París todo sigue siendo caótico. He puesto en vigilancia al ingeniero amigo del Doctor Fonda. Sé que trama algo, lo descubriré tarde o temprano. Mi estancia aquí se está prologando más de lo que deseaba. Quiero viajar a Londres a comprobar con mis propios ojos si lo que me cuentan es real. Necesito la fidelidad de un leal amigo a quien poder confiar los asuntos que tengo pendientes en la ciudad. ¡Sería maravilloso que estuvierais conmigo!
En el paquete que te envío encontrarás algunas cosas de utilidad. Prepara todo con prudencia, y cuidado de no excederte en las cantidades o podría ser peligroso. Espero que sirva de alivio y aminore su sufrimiento. ¡Os echo tanto de menos! Los días se hacen largos. La angustia de que no haya una solución me atormenta. En cada segundo me persigue. Pero tenemos que ser fuertes. Cuando todo termine los tres volveremos a estar juntos. Nadie nos molestará.
El Viernes volveré a reunirme con el Doctor Fonda, pero esta vez a solas. Sé que gusta ir a la barbería los miércoles por la tarde, y nadie le acompaña. Es mi oportunidad de descubrir la realidad camuflada que hay bajo esa apariencia de niño juguetón. Aveces descubro que tengo miedo. No deseo atormentarte con mi temor. Seré fuerte por las dos.
Un abrazo. Violeta.
lunes, 12 de abril de 2010
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